Nosotras volvimos muy indignadas de las Jornadas Feministas de Granada por esta razón: los medios no habian recogido y difundido el acontecimiento histórico que habia ocurido en Granada esos días. Ni hablaron de los tres días de jornadas con más de un centenar de ponencias, mesas redondas y talleres, con multitud de mujeres relevantes: escritoras, feministas históricas, activistas, mujeres criticas, etc., ni habian cubierto la noticia que concentraba a más de 4000 mujeres en una manifestación en pleno centro de Granada.
Nos parecia increible que los medios hubieran mirado para otro lado, haciendo caso omiso a una concentración de mujeres tan importante , se trataba de unas jornadas feministas realizadas 30 años después en la misma ciudad para revisar y avanzar en los postulados feministas.
Nada más llegar a Murcia, nuestra jefa de Prensa, se puso en marcha y mandó cartas a los distintos medios de comunicación, también a asociaciones feministas. Entre esas cartas mandó dos muy especiales, una Maruja Torres y otra a Rosa Montero, contandoles la enorme invisibilización a la que habiamos sido sometidas, e intentando conseguir dos grandes aliadas en la causa feminista. Ambas nos contestaron mandandonos apoyo y con el compromiso de intentar hacer lo que estuviera en sus manos para que las Jornadas feministas tuvieran repercusión en los medios y no pasaran sin pena ni gloria por este mundo desgraciadamente tan machista y desvirtuado mediaticamente.
Mil gracias a Maruja Torres y Rosa Montero por dedicarnos un ratito de sus ocupadas e interesantes vidas.
Nos parecia increible que los medios hubieran mirado para otro lado, haciendo caso omiso a una concentración de mujeres tan importante , se trataba de unas jornadas feministas realizadas 30 años después en la misma ciudad para revisar y avanzar en los postulados feministas.
Nada más llegar a Murcia, nuestra jefa de Prensa, se puso en marcha y mandó cartas a los distintos medios de comunicación, también a asociaciones feministas. Entre esas cartas mandó dos muy especiales, una Maruja Torres y otra a Rosa Montero, contandoles la enorme invisibilización a la que habiamos sido sometidas, e intentando conseguir dos grandes aliadas en la causa feminista. Ambas nos contestaron mandandonos apoyo y con el compromiso de intentar hacer lo que estuviera en sus manos para que las Jornadas feministas tuvieran repercusión en los medios y no pasaran sin pena ni gloria por este mundo desgraciadamente tan machista y desvirtuado mediaticamente.
Mil gracias a Maruja Torres y Rosa Montero por dedicarnos un ratito de sus ocupadas e interesantes vidas.